Jardín de Azar (2017) es una serie de piezas construidas a partir de la pintura y el collage donde Ospina reflexiona sobre la naturaleza del azar. Ospina parte de una posición consciente en la que el azar no es más sino un fruto de las decisiones que se toman en determinado momento y circunstancia, una especie de manifiesto, pues para ella nada sucede porque sí.
El resultado de la exploración casi hermenéutica del azar dio lugar a una característica formal muy floral, como si cada pieza fuese una flor. Es una serie femenina, infantil y delicada. A pesar de que la obra en general de Ospina ha sido más inclinada a la monocromía esta obra explora de manera muy libre el color. Además, la estructura fundamental de la obra parte de una técnica de pintura preescolar como lo es un papel con pintura doblado a la mitad, por ello la palabra Jardín no sólo debe ser entendida aquí como jardín floral sino también como jardín de niños.